Colaboración de
Manuel Blasco Fernández:
Durante unos días estuve por escribiros una carta de agradecimiento por publicar mis escritos pero a cambio quiero dedicaros todos mis recuerdos de ese pueblo que me vio nacer .
Hay tantos Agudos como recuerdos y tantos recuerdos como Agudo y no sigo por que me emociono.
Hay un Agudo que se fue y que ya no volverá pero conviene no olvidar ya dijo el poeta que el pueblo que olvida sus raíces esta condenado desaparecer .
Mi vida al igual que la vuestra esta echa de imágenes de vivencias de historia que entra por los sentidos .
El Agudo de olores y de los sabores que se fueron .
Recuerdo el olor de mi calle con la carnicería de de la Tiofila la frutería de Biviano, y como no recordar el olor de turrón de Miguel .
Y llegando a las cuatro esquinas el olor a café de Benito y de Guiterio.
Y las golosinas de la tienda de Anastasia .
Y como olvidarse del bar de Rada, la peluquería de Manolo, la de Perra Gorda
Nunca me olvidare de la tienda de la Pica de viruelas como tampoco el olor de cuero y goma de la zapatería de Tomás , y un personaje sin igual Triburcio el que hacia los aparejos . Pero el que siempre recuerdo con cariño es a Candido el alguacil con su trompeta anunciando los productos de venta al día siguiente en la plaza .
Otro de los olores, llegando Enero, el aceite y orujo de las almazaras.
Personajes conocidos recuerdo a Mantola, Lucio, a los hermanos Muselines
y como olvidarse, quien miraba por nuestra salud, Carmelo el practicante y de
las hermanas Filo y Esperanza, Pepe Gómez y su mujer Esperanza, quien por aquellos entonces no paso por las manos de Pepe por culpa de un dolor de muelas.
El olor a pan de Asunción. y con la máxima emoción de mi padre Emilio Blasco, más conocido por el molinero, cociendo su pan y recogiendo el grano para llevarlo al molino de la puente a moler .
Recuerdo las escuelas de don Juan, don Claudio y doña Mª Ángeles de las niñas.
Tengo en uno de mis recuerdos a la mujer de Candido en los bajos del ayuntamiento, cocinando la leche y repartir por todas las escuelas.
Se me escapan muchas vivencias, algunos recuerdos, pero quedan las imágenes.
Hay otro Agudo, la de sus gentes, las que nos dejaron, las que se fueron para nuestra desgracia, pero creo que la peor muerte es la del olvido.
Por eso es necesario hacerles este homenaje y traerlas a nuestros recuerdos .
No me puedo olvidar de Alfonsa Pellejero, una mujer que empezaba a vivir y con quien se cebo la enfermedad esa innombrable .
Y recordar ahora mas recientemente a Rafael, el fotógrafo, el muchacho que junto con su hijo Tomás será siempre nuestro vehículo de conexión y a el hay que agradecerle lo que esta haciendo por nuestro pueblo y nos regala cada día los encuentros y las conexiones de todos los Agudeños que no podemos disfrutar de todas las fiestas que desearíamos estar hay .
Y por ultimo despedirme de todos pidiendo perdón por todos aquellos que no he nombrado. No es por olvido sino por falta de tiempo y deciros que me siento orgulloso de pertenecer Agudo al igual que me siento ahora de escribir para vosotros.